martes, 8 de agosto de 2017

mariposa

este      que te cercena el cuerpo con el rabillo del ojo
y la pasión en una mano             como quien sostiene la cabeza descarnada del amor

aquí      penitente       aguardando tus refugios
mientras se extrae      uno a uno sus huesos          en ofrenda a tu caudal

esa húmeda poción de futuro                 que cabalga sobre un caballo de sangre
y erradica todo desdén

me silencia los pasos                        las historias olvidadas
en un confín de preguntas y deseos            arropados

ingresa por mi camino más abrupto     dejándome
las dos mitades a la intemperie
desconozco los hábitos que vas a imponerle a este cuero ruidoso
que pasea las estaciones      ilusionado

hasta que rompa la ninfa  y se desprenda
la mariposa de tu voz

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