sábado, 30 de mayo de 2015

Moneditas para el cuidacoches

la bisagra de mi alma
quedó inconclusa
cuando callé la sinrazón del público

el mismo público
que emite el jadeo de moneditas
en la palma de un cuidacoches

desconsideraciones oxidadas
que provocan estallidos

espinas de vidrio entre las uñas

omisiones que me paren
ciego
como un monje promiscuo

Buscando calor

en este frío cargado de oxido
exploro la fantasía
a la intemperie
como una prostituta

Eter-no

"terminó" - les dije
a las arañas que merodeaban mi cuarto

me exilio de los días comunes
de los besos en la calle
en los ojos desconocidos

me aguarda el maniático atardecer

es así
que comienzo a subir hacia el azul liviano
por un espiral de oro en polvo

y convertido en un maniático de las palabras

arribo lúcido
a la piel del éter

domingo, 10 de mayo de 2015

¿Qué buscan los poetas?

¿qué buscan los poetas?
¿qué quieren?

¿por qué presionan tan fuerte?
en el ceño
en las sienes vacías como palomas blancas

lanzan ríos al acecho
astillas doradas
piedras con corazón

¿qué es lo que siembran?
en campos sin dueños
en miles de hectáreas racionales o descocadas

son perdigones de semillas
que macoyan no bien acaban

espesos sementales de palabras
y quieromás

es decir
no hay muerte ni vida que resistan ese empellón

¿cómo pueden aparentar soberbia
cuando ésta ni siquiera los deambula?

son los poetas
esos míseros desangradores
de idiotas y melancólicos

que azuzan
esporas y poros
espadas y podas

versos filosos como estrellas
que quién sabe a dónde van

Escondida

por momentos
es como si la muerte nos hubiese robado las palabras

es decir
nos calla como un búho en la noche
engulle cada frase
como un ave voraz a la serpiente

porque las palabras poseen el veneno esotérico
de la razón o la sinrazón

la muerte
se esconde detrás de los álamos
al acecho de cualquier piel
mirando con desprecio a cualquier ideal
a cualquier miserable

nos mira con sorna
cuando nos quita la voz

Lucha poética

me aguardo inestable
sobre este suelo

porque es inestable la garganta de las aves

en ese peregrinar por los huecos de la creatividad
por la burbuja de aire que posee la inspiración

la exagerada autoexigencia
de nosotros los poetas
o los intentos de poeta
como en mi caso

porque son ambivalentes
el sufrimiento y el placer

como hacer el amor por primera vez
porque es dulzura y desperdicio
exabrupto y delicia

así es el encuentro
así
es revolcarse con el poema
fuerza y entrega

besos expulsados por el Diablo
en su única oportunidad
de amar

Burbuja hermética

emergí de las caricias
del pie con pie
del vientre con vientre

en una noche de perros flacos y asustados

una madrugada en que la oscuridad
sostenía aún el vapor fantasmal de una olla a presión
perfumando el hogar hasta el amanecer

en este servil instante flota todavía
el estado de sitio de ese entonces

era impensado
que hoy te enviara besos estériles
por mensaje privado

pero el tiempo nos envuelve y nos acaricia
en su burbuja hermética

convertidos en estrellas acurrucadas
contra un cielo asfixiado

salvajes luces
que cegarán
hasta las crisálidas

Tiempo

caminamos pisando el otoño
ese crujiente otoño devenido en primavera

leyendo nuestros sabores

despedirnos de los pecados
fue irresistible

el néctar oloriento de las pieles
porque nos embellecimos las plumas
como un gorrión efímero y torpe

la elocuencia en el tono de voz
la sorpresa del sexo emitido y omitido
por momentos

las manos como gasas
conteniendo las heridas
tratando de cicatrizarlas sin que pase el tiempo

ese frenético tiempo
que hoy
nos dejó solos



Juego de niños

un pájaro tropieza en la tarde

en el bebedero de sueños
está hacinado el porvenir

es que la fortaleza
puede vestirse de fragilidad

pero hay quien dice
que las hojas secas no tienen vida

quizás así sea
pero cuando el claqueteo
hace sonreir a un niño
demuestra lo contrario

que hasta las piedras tienen manos
que sacan restos de sus vientres

por que es el sol quién acuna los sentidos
acurrucados en el entrecejo

es allí donde nos disfrazamos de fuertes o débiles
sin darnos cuenta que cada día

somos piedra
papel
o tijera

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...