¿ Quién?

emprender la sofisticación

es el efímero paso
de la humanidad

un no darse cuenta
o querer colmarse
de vil metal

sin entregarnos
a las caricias frenéticas
de la belleza

me quieren mentir
                     los mentirosos

me quieren asustar
los que empuñan maldades
oprobio         desamparo

¿ quién nos va a prestar los besos
el día en que todo esté manchado
de odio?

Lejanía

y allá quedó mi pueblo

con la boca gastada
de palabras

eclipsando porvenires

perdura perfumado
con el clima ciclotímico
de siempre

su tierra desgarrada
por el hierro

el viento con su lengua
modera la cabellera dorada
del trigo

y desplomado el sol

la leña es atrapada
por el fuego

la escarcha
se regenera
             sobre la hierba indemne

y yo distante
pecaminoso en el abandono

le abro el pecho
convertido en un arquetipo
del egoísmo

todos mis días
cortándome la piel

con una lágrima

Medianoche

me come la noche

me comen las balas
esparcidas en el asfalto ajeno

en un hielo temeroso

alada
la oscuridad es un manto aspero
que invade los cuerpos frágiles

poseyéndolos
tétrica e indisoluble

fría y tibia
de cuándo en cuándo

amante del espanto
y del amor sofocante

me come y nos come
hasta
el próximo sol

Hijo

a Manu

alimentando gorriones
y con el aliento del mar
rozando nuestros rostros

bebimos la hierba
sanándonos las heridas

con los ojos invadidos
por el paisaje

se nos creó un nudo
entre los dedos

olor a sal

las ruedas de tus patines
abrigando los oídos

tu piel de azúcar
como la del viento

tu infancia colmándome

y el inicio de mis arrugas
ungidas

cromática tu belleza
tus juguetes

alimentos
de mi voz

Disfraces

cuando el mundo
te empuja
bajo la lluvia ácida

el estómago tiene alas

y la apariencia
juega a la escondida

emergemos de la integridad
de ese ser completo
arraigado solo a los sentimientos

pero los disfraces
cuelgan de la vereda
día tras día

los actores
coleccionan espejos de colores

ignorando las maniobras
de sus propios dueños

pero estos fomentan solo el presente

mañana es solo un " quizás"

Luchas

se nos vació el corazón
aquel día

la neblina con un candado
en la barriga

y tuvimos miedo
cuando casi se nos va el sentido

teníamos a merced
el aliento agrio
de la muerte

las uñas cortantes
de la soledad

y aunque ellos no pudieron
fueron nuestro néctar

cuando logramos luchar

y perdimos aún más
pero no descansamos

esperamos el momento oportuno
la belleza de la Paz

su amor y el nuestro
entre sombras

irrumpiendo el instante

a la hora
de soñar