jueves, 8 de agosto de 2013

En la oficina

parece ridículo
mi amor
ante las mentes oxidadas

las que lamen
a los ocupantes libidinosos de la caja boba

y besan el oro ortodoxo
a los dueños de Cristo

corro en zigzag
esquivando ironías

aunque certeras
                    laceran mis enigmas e ideales

es nadando en el barro
donde mis brazadas son cada vez
                                               más intermitentes

porque las mambas
danzan sobre mi
formando una corona que me rebaja

y trata de ahogarme

invaden mis oídos
inundandolos de heces

ya no resisto
ya me rindo

hasta que una letra
toma mi mano

una palabra
los ahuyenta

y la memoria
me salva


Huellas

guardé mis manos
en el cajón de la cómoda
hasta que la ferocidad
                            de tu amor
venga a reclamármelas

traje a tirones la mañana
porque mis pupilas
                        solo reflejaron la luna

pero la escarcha
escarba en mis huesos
y tus palabras
se diluyen en la mente

y de pronto
me salva el alarido del recuerdo

aunque sé que ya no es

el deshielo me asedia
cuando tu olor está en todas las flores

y separa la maravilla
del espanto


Primeros pasos en la villa

tus pies
aún sin estrenar
se aprontan a besar el piso de tierra

en tu rancho

donde el viento
es caricia y golpe

allá lejos
los corazones sin lubricante
no quieren mirar

y tus primeros pasitos
nos colman

rozando las flores silvestres

no las del jardín
que riegan las aguas que no beberemos

aquí nada se mancha
no se le da paso a la elegancia

pero tu clamor desborda la delicia
y tus huellas
se imprimen en el corazón

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...